Allá por el mes de noviembre del año 2017 se inauguró una fuente en el camino que va paralelo al arroyo Saucedoso, cerca de la antigua plaza de toros de Atalaya, en la que su principal característica es el sabor salado del agua que fluye de su caño.
Para irnos al origen de este afloramiento de agua, debemos remontarnos a las primeras prospecciones que se hicieron hacia finales de los años 60, cuando se estaba ya proyectando el comienzo de las obras de la urbanización Atalaya. Estas prospecciones formaban parte de los trabajos previos a la construcción para estudiar el terreno donde se asentarían los chalets y tienen una profundidad de 25 metros aproximadamente.
De las cuatro prospecciones que se hicieron, ésta fue la única de la que salió agua, proveniente de un acuífero subterráneo. Desde entonces ha estado manando agua de un tubo que sobresalía del suelo unos 40 cm, semiescondido entre la maleza y siempre con el mismo caudal. En su momento se realizaron unas obras de adecentamiento, tanto de la propia fuente como del entorno, conviertiendo el paraje en un agradable parque, con bancos, sombras y aparatos para hacer ejercicio, todo presidido por un caño al que se le ha añadido un pequeño recinto donde se recoge el agua.
En lo que se refiere a su salubridad, como todas las fuentes que brotan directamente de la tierra no está tratada. Además, tras un estudio de salubridad encargado por el Ayuntamiento en aquellos días, se confirmaba la No Potabilidad de sus aguas a lo que hay que añadir el sabor salado que carateriza este agua suberránea.
